Mozambique

Nuestra misión en Moambique

Regreso de las primeras hermnas de mozambique que han participado de formación interprovincia

Desde 2017 , se empezó con una experiencia de formación interprovincial de las hermanas jóvenes y novicias.

El primer grupo formada por 3 hermanas : Ermelinda Ramos , Patricia David y Argentina Arcadio y mas tarde Asunta Ifeoma y Nelly Mary Mmbone, todas provenientes de Mozambique.

La hermana Nelly, que hizo sus votos perpetuos en Quito, el pasado día 6 de Agosto y otras seguirán con su formación en su respectiva Provincia.

Damos gracias a la Provincia de Ecuador, por ter asumido este recto y a las jóvenes profesas, por su disponibilidad a ser enviadas a cualquier parte del mundo.

Historia de la llegada de las Religiosas Misioneras Mercedarias

En 1959 llegaron a África las primeras monjas mercedarias en tierras mozambiqueñas, exactamente en la Provincia de Tete en el distrito de Uncanha. Su presencia en esa diócesis fue fruto del Espíritu Santo y de la ayuda del obispo responsable de la diócesis de Beira y Tete. Con las manos abiertas los acogió para construir una misma Diócesis y al mismo tiempo expandir nuestro Carisma, tan noble y pastoral en las diferentes áreas que practicaban.

Siendo su primer contacto con África, no faltaron desafíos en cuanto a la salida del idioma del continente europeo hacia otra realidad, pero movidos por el Espíritu liberador y la fuerza de nuestra madre de Mercês, fueron firmes y perseverantes. Cada día que pasaba, los desafíos enfrentados, las hermanas se convirtieron en oportunidades y se apalancaron cada vez más y el ministerio pastoral fue más firme a pesar de que tenían varias dificultades con el idioma portugués que no hablaban en consecuencia

Al mismo tiempo que se echaba la red por la borda, los resultados eran positivos por el trabajo pastoral y el testimonio de las hermanas en su participación en los diversos ámbitos de trabajo. En cada momento de catequesis con grupos de jóvenes, se sentían entusiasmados con la llamada a la vida consagrada. El primer grupo de jóvenes llamados a la vida consagrada fue apareciendo uno a uno. Pero como dice el Evangelio de San Marcos: “muchos son los llamados y pocos los elegidos” fue en este horizonte que alguna semilla se mantiene viva hasta hoy.

En esta ocasión trabajaron en varios campos de acuerdo a las necesidades del pueblo de Dios, unos en el cuidado de la salud, otros en la alfabetización y otros en la costura. En costura, enseñando a las mujeres a coger una aguja y hacer puntadas y otras ayudando a las madres a traer vidas al mundo. Fue un momento de alegría, compromiso y reconocimiento de sus méritos.

En la década de 1980, el país estuvo marcado por la guerra civil donde fueron secuestrados, pero no perdieron el Espíritu Misionero a pesar del sufrimiento por el que pasaron. Las monjas secuestradas lo eran. Ir. María Abelha, Sr. Palacios, todo en la memoria.

Posteriormente se adquirieron algunas casas en Beira, comenzando en Macurungo, seguido por Matacuane y finalmente Inhamizua. La guerra civil continuaba, el Espíritu Misionero continuaba también en la pastoral, donde en los Distritos de Gorongosa se encontraban niños huérfanos y su situación conmovía a las hermanas.
En esa ocasión, se fundó el primer hogar en Matacuane como un espacio para acoger a niños de escasos recursos y posteriormente se adquirió un espacio propicio y se construyó el Hogar con el nombre de Nossa Senhora da Paz para liberar del sufrimiento a las niñas huérfanas. Un hogar digno donde las niñas aprendieron a amar al prójimo y respetar y el propósito de las niñas fue formarse como mujeres que saben luchar por sus derechos y mujeres valientes y buenas esposas

Durante la guerra civil se cerraron algunas misiones y comunidades religiosas. Como dice el salmista “mi amparo viene del Señor”, creció más la voluntad y fue así como se encontró otro campo pastoral, en Ncondez, donde actualmente se asiste a los leprosos con la comunidad de hermanas.

Actualmente, Mozambique tiene 5 comunidades, a saber: Alto Molocue, Ncondez, Inhamizua, Macurungo, Katembe y Nairobi. Por falta de personal se cerraron algunas comunidades como: la comunidad de Nampula, T3, Lhanguene y Matacuane. Trabajamos en diferentes áreas como: promoción de la mujer, pastoral con jóvenes, Salud y Educación según la inclinación de la persona y en katembe hay un hogar para niños huérfanos.

Y así fue la historia de las Hermanas Mercedarias Misioneras