En la comunidaad de Filipinas, somos dos hermanas, Alicia y Isabel. Con nosotras colaboran los voluntarios que son parte de a Familia Mercedaria. Ellos son nuestros brazos y pies para que la Merce llegue a otras familias o personas/ a los vecinos de ellos.
Como pastoral, estamos inseridas en el medio de este pueblo. Junto con las voluntarias, asistimos a los niños malnutridos en el comedor de niños; el Cuidado del niño y de la mujer embarazada; la pastoral juvenil, en general, la pastoral de la familia.
“Tuve hambre y me diste de comer, Mt.25, 35″. En el periodo de la pandemia, la presencia de las voluntaria fue muy relevante llevando la comida de casa en casa de los niños. El regalo de Dios a nosotras como Mercedarias que es el Carisma, es siempre actual y Dios nos presenta y ofrece caminos para dar respuesta.”
GRACIAS SENOR POR EL DON DE LA MERCE!
