En nuestra misión liberadora somos enviadas a ser signos de caridad redentora, manifestando sensibilidad especial de amor, misericordia y compasión ante
toda situación que esclaviza Estamos atentas a las realidades que reclaman nuestra presencia profética en la defensa de los Derechos Humanos cuando se niega la dignidad de hijos e hijas de Dios y se impide la aceptación de la fe o se provoca su pérdida.
Educar, es para la Iglesia, parte integrante de su misión evangelizadora, continuando así la misión de Cristo Maestro, “Camino, Verdad y Vida”
Para nuestro Instituto, esta labor debe desarrollar el proceso de la educación liberadora integral que conduce a la niñez, a la juventud y a los adultos, al encuentro personal con Cristo liberador, a ser capaces de opciones libres y responsables, y ser fermento transformador de la sociedad y esperanza de la civilización del amor